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I. TENGO UNA PREGUNTA ACERCA DEL “SÁBADO CRISTIANO.” ¿ES EL DOMINGO EL “SÁBADO CRISTIANO”?
 La parte de la ley de Moisés, conocida como los Diez Mandamientos, era una parte central de esta ley (Deuteronomio 5:1-21). La ley, incluyendo a los Diez Mandamientos, gobernaba a todos los aspectos de la vida hebrea: reliogioso, social, cultural, político y judicial.
Si usted presta atención cuidadosa a este pasaje podrá ver que la Leyde Moisés, incluyendo a los Diez Mandamientos, fue dada a los hebreos y solamente a los hebreos. Nunca tuvo el propósito de gobernar a las naciones gentiles.
Deuteronomio 5:1-3
1 Entonces llamó Moisés a todo Israel y les dijo: Oye, oh Israel, los estatutos y ordenanzas que hablo hoy a vuestros oídos, para que los aprendáis y pongáis por obra. 2 El SEÑOR nuestro Dios hizo un pacto con nosotros en Horeb. 3No hizo el SEÑOR este pacto con nuestros padres, sino con nosotros, con todos aquellos de nosotros que estamos vivos aquí hoy.
El Nuevo Testamento hace claro que los que somos cristianos somos súbditos de Cristo. El tiene toda autoridad en el cielo y en la tierra.
Mateo 28:18
18 Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Cristo ha sido hecho cabeza sobre todas las cosas de la iglesia.
Efesios 1:22
22 Y todo sometió bajo sus pies, y a El lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, Cristo nos dió un nuevo pacto que es superior en todas maneras sobre el viejo pacto de Moisés.
Hebreos 8:6-9
6 Pero ahora El ha obtenido un ministerio tanto mejor, por cuanto es también el mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. 7 Pues si aquel primer pacto hubiera sido sin defecto, no se hubiera buscado lugar para el segundo. 8 Porque reprochándolos, El dice: MIRAD QUE VIENEN DIAS, DICE EL SEÑOR, EN QUE ESTABLECERE UN NUEVO PACTO CON LA CASA DE ISRAEL Y CON LA CASA DE JUDA; 9 NO COMO EL PACTO QUE HICE CON SUS PADRES EL DIA QUE LOS TOME DE LA MANO PARA SACARLOS DE LA TIERRA DE EGIPTO; PORQUE NO PERMANECIERON EN MI PACTO Y YO ME DESENTENDI DE ELLOS, DICE EL SEÑOR.
Hoy, los seguidores de Cristo tienen la responsabilidad de obedecerle.
Hebreos 5:8-9
8 y aunque era Hijo, aprendió obediencia por lo que padeció; 9 y habiendo sido hecho perfecto, vino a ser fuente de eterna salvación para todos los que le obedecen,
Una ilustración de esto se encuentra en el relato del Nuevo Testamento sobre la Monte de Transfiguración. Moisés y Elias aparecieron y hablaron con Jesús. Moisés era el gran legislador de los judíos; Elias era el más grande de los profetas. Pedro quiso construir tabernáculos o casas de adoración dedicadas a Cristo, Moisés y Elias. Pero Dios habló desde el cielo diciendo, “Este es mi Hijo amado en quien me he complacido; a El oíd.” (Mateo 17:1-5). Cuando Jesús murio en la cruz, la Ley de Moisés, incluyendo a los Dios Mandamientos, fue cancelada.
Colosenses 2:13-17
13 Y cuando estabais muertos en vuestros delitos y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con El, habiéndonos perdonado todos los delitos, 14 habiendo cancelado el documento de deuda que consistía en decretos contra nosotros y que nos era adverso, y lo ha quitado de en medio, clavándolo en la cruz. 15 Y habiendo despojado a los poderes y autoridades, hizo de ellos un espectáculo público, triunfando sobre ellos por medio de El. 16 Por tanto, que nadie se constituya en vuestro juez con respecto a comida o bebida, o en cuanto a día de fiesta, o luna nueva, o día de reposo; 17 cosas que sólo son sombra de lo que ha de venir, pero el cuerpo pertenece a Cristo. La Ley de Moisés era solamente una sombra del Pacto del Nuevo Testamento. Usted observará que nadie puede juzgar al cristiano con respecto al sábado porque, el sábado, al igual que todas las otras regulaciones del la Ley de Moisés, fue borrada por la muerte de Cristo.
Esto explica porque Cristo nos dió un día de adoración nuevo. El fue resucitado en el primer día (domingo) de la semana (Juan 20:1) y la iglesia comenzó en Pentecostés el cual siempre se celebraba en el primer día de la semana (Hechos 2:1-5; Levítico 23:15-21). Los primeros discípulos se reunían para participar en la Cena del Señor en el primer día de la semana (Hechos 20:7) y en ese día hicieron sus donaciones para apoyar al trabajo de la iglesia (1 Coríntios 16:1-2). Es interestante notar que todos los preceptos de los Diez Mandamientos se encuentran incorporados en las enseñanzas de Cristo excepto el mandamiento acerca del sábado. Este mandamiento no se encuentra en el Nuevo Testamento. En el primer día nos reunimos para adorar a Dios lo cual es nuestra obligación. Pero no somos obligados a observar a las restricciones de la ley del sábado. Algunos dicen erroneamente que el domingo es el “sábado cristiano.” Esto no es un término bíblico y sólo contribuye a la confusión.

II. ¿FUE CAMBIADO EL DÍA DEL SÁBADO?
Pregunta: Me han dicho que la iglesia original adoraba en el sábado y que la iglesia católica cambió el día a domingo. ¿Es correcto eso?
La respuesta a ambas preguntas es “No.” La primera cosa que debemos determinar es el significado de la palabra “sábado.” Según la edición de la I.S.B.E. del año 1915, “la raíz “shabhath” en hebreo significa “dejar de hacer, parar, descansar.” La palabra “sábado” tiene como su significado principal la idea de “descansar, o cesar la actividad.” La palabra sábado no significa “séptimo” aunque fue asignado el séptimo día de la semana. Considere Exodo 20:10-11: Exodo 20:10-11 10 mas el séptimo día es día de reposo para el SEÑOR tu Dios; no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el extranjero que está contigo. 11 Porque en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, el SEÑOR bendijo el día de reposo y lo santificó.
No debemos confundir el domingo con el día sábado. No hay tal cosa como “el sábado cristiano.” El primer día de la semana es el domingo (Marco 16:1-2) y Vine nos dice:
“Por los primeros tres siglos de la época cristiana, el primer día de la semana nunca se confundía con el sábado; la confusión de las instituciones judías y cristianas fue debido a la declinación de las enseñanzas apostólicas.” (Vine, III:312).
Para poder entender a este tema importante, debemos volvernos hasta el principio de la ley del sábado. La ley del sábado era la primera dada a los judíos en el monte Sinai:
Nehemias 9:13-14
13 Luego bajaste sobre el monte Sinaí, y desde el cielo hablaste con ellos; les diste ordenanzas justas y leyes verdaderas, estatutos y mandamientos buenos. 14 Les hiciste conocer tu santo día de reposo, y les prescribiste mandamientos, estatutos y la ley por medio de tu siervo Moisés.
Estos versículos nos hablan acerca del establecimiento de la ley del sábado. Dios “les (la nación judía) hizo conocer su santo día de reposo, el sábado.” Hasta este tiempo los judíos no habían recibido la ley del sábado. El resto del Antiguo Testamento está de acuerdo con esto:
Exodo 16:25-30
25 Y Moisés dijo: Comedlo hoy, porque hoy es día de reposo para el SEÑOR; hoy no lo hallaréis en el campo. 26 Seis días lo recogeréis, pero el séptimo día, día de reposo, no habrá nada. 27 Y sucedió que el séptimo día, algunos del pueblo salieron a recoger, pero no encontraron nada. 28 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo os negaréis a guardar mis mandamientos y mis leyes? 29 Mirad que el SEÑOR os ha dado el día de reposo; por eso el sexto día os da pan para dos días. Quédese cada uno en su lugar, y que nadie salga de su lugar el séptimo día. 30 Y el pueblo reposó el séptimo día.
El propósito de observar al sábado era para causar que la nación judía confiara en Dios y le obedeciera. “¿Hasta cuándo os negaréis a guardar mis mandamientos y mis leyes? (verso 28) Las instrucciones de Dios para el séptimo día se encuentran en el verso 29. Es muy claro que esta instrucción era nueva para la nación de Israel. Fue un mandamiento que primero fue dado directamente a Moisés (Exodo 20:8-11) y entonces fue repetido en Deuteronomio 5:1-3, 12-15. Esto NO ERA UNA LEY QUE SE DIO AL TIEMPO DE LA CREACION. Muchosgrupos que observan al sábado como un día de adoración afirman esto sin pruebas bíblicas.
Lo que la Bíblia sí nos dice es que Dios descansó en el séptimo día después de la Creación (Génesis 2:2) NO EL HOMBRE. En Exodo 20:11 Dios usa su descanso después de la creación como una ilustración del descanso del sábado que estaba mandando para Israel.
Exodo 20:11
11 Porque en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, el SEÑOR bendijo el día de reposo y lo santificó.
¿Cuándo estableció Dios el descanso del sábado? Lo hizo al dar la ley a Moisés para la nación de Israel sobre el monte Sinaí.
Exodo 31:13-18
13 Habla, pues, tú a los hijos de Israel, diciendo: "De cierto guardaréis mis días de reposo, porque esto es una señal entre yo y vosotros por todas vuestras generaciones, a fin de que sepáis que yo soy el SEÑOR que os santifico. 14 "Por tanto, habéis de guardar el día de reposo porque es santo para vosotros. Todo el que lo profane morirá irremisiblemente; porque cualquiera que haga obra alguna en él, esa persona será cortada de entre su pueblo. 15 "Durante seis días se trabajará, pero el séptimo día será día de completo reposo, santo al SEÑOR. Cualquiera que haga obra alguna en el día de reposo morirá irremisiblemente. 16 "Los hijos de Israel guardarán, pues, el día de reposo, celebrándolo por todas sus generaciones como pacto perpetuo." 17 Es una señal entre yo y los hijos de Israel para siempre; pues en seis días el SEÑOR hizo los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó de trabajar y reposó. 18 Y cuando terminó de hablar con Moisés sobre el monte Sinaí, le dio las dos tablas del testimonio, tablas de piedra, escritas por el dedo de Dios.
Observa con cuidado que esta ley fue dada a la nación de Israel y sólo a la nación de Israel (Deuteronomio 5:2-3). No fue dada a todos los hombres incluyendo a los gentiles (Ezequiel 20:9-12; Efesios 2:11-12).
Fue dada como una señal entre Dios e Israel (Exodo 31:13,17; Ezequiel 20:9-12). Su propósito era de recordar a los israelitas del amor y provisión de Dios, y fue establecida como una memorial para ayudar a Israel a acordarse de como Dios los liberó de la esclavitud en Egipto (Deuteronomio 5:15).
Debía ser una memorial para ISRAEL “por todas las generaciones” (Exodo 31:13). En cuanto estuviera en efecto la ley de Moisés, la nación judía era obligada a guardar a la ley del sábado. Debían celebrarla por todas sus generaciones (Exodo 31:13) como un pacto perpetuo (Exodo 31:16) para siempre (Exodo 31:17).
Algunas personas tienen problemas con las palabras “para siempre.” En el hebreo significa “durando edades.” La nación de Israel debía establecer a los hijos de Aarón como sacerdotes levíticos “por todas sus generaciones como pacto perpetuo.” (Exodo 40:15). Pero sabemos que el Sacerdocio fue cambiado al establecer el Pacto Nuevo:
Hebreos 7:11-12
11 Ahora bien, si la perfección era por medio del sacerdocio levítico (pues sobre esa base recibió el pueblo la ley), ¿qué necesidad había de que se levantara otro sacerdote según el orden de Melquisedec, y no designado según el orden de Aarón? 12 Porque cuando se cambia el sacerdocio, necesariamente ocurre también un cambio de la ley.
Así pues sabemos, según las enseñanzas de las Escrituras que las expresiones “por todas sus generaciones, y perpetuo, y para siempre” tenían un fin. Cuando la ley del Antiguo Testamento fue cancelado, el mandamiento para observar el sábado también fue cancelado (Jeremías 31:31-34; Hebreos 1:1,2; 8:13).
O como lo dice Pablo en Romanos 7:6:
Romanos 7:6
6 Pero ahora hemos quedado libres de la ley, habiendo muerto a lo que nos ataba, de modo que sirvamos en la novedad del Espíritu y no en el arcaísmo de la letra.
O considere la carta de Pablo a la iglesia en Corinto:
2 Corintios 3:12-18
12 Teniendo, por tanto, tal esperanza, hablamos con mucha franqueza, 13 y no somos como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro para que los hijos de Israel no fijaran su vista en el fin de aquello que había de desvanecerse. 14 Pero el entendimiento de ellos se endureció; porque hasta el día de hoy, en la lectura del antiguo pacto el mismo velo permanece sin alzarse, pues sólo en Cristo es quitado. 15 Y hasta el día de hoy, cada vez que se lee a Moisés, un velo está puesto sobre sus corazones; 16 pero cuando alguno se vuelve al Señor, el velo es quitado. 17 Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad. 18 Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu.
La Ley de Moisés fue quitada (Colosenses 2:14), abolecida (Efesios 2:15), los cristianos ya no están sometidos a sus mandamientos (Gálatas 3:25). No hay ninguna persona en la tierra hoy que tiene que celebrar el sábado porque la ley que lo manda ya no es obligatoria:
Colosenses 2:14-17
14 habiendo cancelado el documento de deuda que consistía en decretos contra nosotros y que nos era adverso, y lo ha quitado de en medio, clavándolo en la cruz. 15 Y habiendo despojado a los poderes y autoridades, hizo de ellos un espectáculo público, triunfando sobre ellos por medio de El. 16 Por tanto, que nadie se constituya en vuestro juez con respecto a comida o bebida, o en cuanto a día de fiesta, o luna nueva, o día de reposo; 17 cosas que sólo son sombra de lo que ha de venir, pero el cuerpo pertenece a Cristo. NO fue la iglesia católica que designó al primer día de la semana como día de adoración, sino que era la iglesia del primer siglo siguiendo las enseñanzas de los Apóstoles. Nos reunimos para celebrar un memorial muy diferente. El memorial que observamos es la Muerte, Enterramiento y Resurrección de nuestro Señor. Nos reunimos el primer día de la semana para observar este memorial en la forma de la Cena del Señor (Hechos 20:6-7). No es un día para descansar del trabajo sino un día de adoración y ejercicio espiritual (1 Corintios 14:26; 16:2).
Finalmente, recuerde a las palabras de Pablo a la iglesia de Gálatas:
Gálatas 5:3-7
3 Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a cumplir toda la ley. 4 De Cristo os habéis separado, vosotros que procuráis ser justificados por la ley; de la gracia habéis caído. 5 Pues nosotros, por medio del Espíritu, esperamos por la fe la esperanza de justicia. 6 Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión significan nada, sino la fe que obra por amor. 7 Vosotros corríais bien, ¿quién os impidió obedecer a la verdad?
Si queremos observar una parte de la Ley (por ejemplo el día del sábado) entonces somos obligados a observarla por completo. Si guardamos a la Ley de Moisés entonces somos separados de Cristo.

III. ¿Y QUÉ DE LA ANTIGUA LEY?
¿Debemos obedecer a la antigua ley absolutamente o solamente a los diez mandamientos? Miremos a este pasaje:
Mateo 5:17-18
17 No penséis que he venido para abolir la ley o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir. 18 Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más pequeña ni una tilde de la ley hasta que toda se cumpla. Jesús dijo que él había venido para cumplir a la ley y los profetas. La única manera en que Jesús pudiera destruir a los profetas sería de prevenir que se cumplieran las profecías concerniente a él mismo y al reino de Dios. Pero hacer eso sería actuar opuestamente a su propósito en venir a la tierra. Así pues, Jesús no vino para destruir a los profetas pero para cumplir a sus profecías, y al cumplirlas, llevar a cabo todas sus predicciones concernientes a él y al reino de Dios. Cumplió a la ley y los tipos de ley que tenían referencia a él mismo y a la iglesia. Esto era su propósito por vernir al mundo. Algunas de las profecías del Antiguo Testamento tenían que ver con Jesús personalmente. Algunas eran concernientes a su trabajo en la iglesia y a la salvación de las almas en la iglesia y en el cielo. Era su misión cumplir personalmente a las profecías que se referían a él mismo y por medio de la administración de los asuntos de la iglesia, cumplir a aquellas profecías que se referían a la iglesia y su misión en el mundo. En el libro de Hebreos, el autor nos dice que Jesús vino a establecer a un pacto nuevo y mejor porque él veía las faltas del Viejo Pacto (Hebreos 8:7,8). El Viejo Pacto, la ley, era perfecto por el propósito por lo cual fue dado, pero era sólo una ley temporal y por eso no era adecuado por ser una ley espiritual universal. Jesús hace ver el contraste entre la ley de Moisés y la ley del reino (el Nuevo Testamento o Nuevo Pacto), y demuestra la superioridad de la ley del reino, el Nuevo Pacto, sobre la ley de Moisés, el Viejo Pacto. Usted observará que seis veces (en Mateo 5) Jesús dice, “Ustedes han oído decir,” significando que según el viejo pacto ciertas cosas eran verdad, “pero yo les digo.” Entonces Jesús hace el contraste entre sus enseñanzas y las enseñanzas del Viejo Pacto. Cada vez señala los puntos inadecuados de la ley y demuestra a la superioridad del Nuevo Pacto. Debemos permitir que la superioridad del Nuevo Pacto (el Nuevo Testamento) gobierne a nuestras vidas hoy. El Viejo Pacto (Antiguo Testamento) no es obligatorio para el hombre hoy. Hebreos 7:12 12 Porque cuando se cambia el sacerdocio, necesariamente ocurre también un cambio de la ley. Hebreos 7:18-19 18 Porque ciertamente, queda anulado el mandamiento anterior por ser débil e inútil 19 (pues la ley nada hizo perfecto), y se introduce una mejor esperanza, mediante la cual nos acercamos a Dios.
Hace mucho tiempo Dios prometió por medio del profeta Jeremías, 700 años antes de Cristo, que un Nuevo Pacto venía. Lea Jeremías 31:31 y los versos que siguen y después lea Hebreos 8:8-13 donde el escritor de Hebreos da una cita de Jeremías y nos dice que el Nuevo Pacto es el Nuevo Testmento.
Hebreos 9:15
15 Y por eso El es el mediador de un nuevo pacto, a fin de que habiendo tenido lugar una muerte para la redención de las transgresiones que se cometieron bajo el primer pacto, los que han sido llamados reciban la promesa de la herencia eterna.
El apóstol Pablo también lo hace claro en sus escrituras. Considere a Colosenses 2:14:
Colosenses 2:14
14 habiendo cancelado el documento de deuda que consistía en decretos contra nosotros y que nos era adverso, y lo ha quitado de en medio, clavándolo en la cruz.
Gálatas 3:23-25
23 Y antes de venir la fe, estábamos encerrados bajo la ley, confinados para la fe que había de ser revelada. 24 De manera que la ley ha venido a ser nuestro ayo para conducirnos a Cristo, a fin de que seamos justificados por fe. 25 Pero ahora que ha venido la fe, ya no estamos bajo ayo,
El término “fe” en el verso 23 es una referencia al Nuevo Testamento (Judas 3). La ley de Moisés era propuesta por Dios para “enseñarnos” (nuestro ayo, verso 24) acerca de Cristo. Nunca tuvo como propósito ser usada como la ley espiritual que gobernaría a los hombres por todo el tiempo. El verso 25 claramente dice (como lo dice el libro entero de Hebreos) que ya no estamos bajo el viejo pacto (ayo).
Así pues, leemos el Antiguo Testamento para aprender como ve Dios al pecado, y como trata con ello (1 Coríntios 10:1-13), pero no debemos usar al Antiguo Testamento como ley que nos gobierna o guía hoy. El Viejo Pacto fue clavado a la cruz y anulado.
Esto es una enseñanza bíblica muy importante y significante que mucha gente no ha comprendido. Jesús murió para establecer a una ley nueva, la ley del Nuevo Testamento. Ya no somos gobernados por las leyes del Antiguo Testamento.
No somos obligados a hacer nada del Antiguo Testamento que no es repetido por el Nuevo Testamento. Los Diez Mandamientos fueron dados solamente a los judíos. Es interesante, sin embargo, que 9 de los 10 mandamientos son repetidos en el Nuevo Testamento. El único que es omitido es el mandamiento de recordar al Día del Sábado y mantenerlo santificado. Los cristianos adoran en el primer día de la semana (Hechos 20:7) que es el Día del Señor (Apocalipsis 1:7). Las muchas leyes y regulaciones del Antiguo Testamento ya no tienen importancia para los cristianos de hoy excepto para ilustrar a la seriedad de la relación de Dios con Su gente. No debemos vivir bajo estas leyes.
¿Es obligatorio celebrar el Sábado hoy?
Un Estudio del Sábado y el Viejo Pacto Por – Dale W. Manor
¿Deben los cristianos observar el Sábado? Algunos creen que los Diez Mandamientos fueron dados por todos los tiempos, a todos los hombres, y que nosotros todavía debemos guardarlos.
La mayoría de la gente reconoce que ya no somos obligados a observar ciertos aspectos del Antiguo Testamento (AT), tales como los sacrificios de animales, quemando incienso en el culto, etc. Sin embargo, muchas veces esta gente mira a los Diez Mandamientos en una manera diferente. Algunos hacen una distinción entre una “ley moral” eterna que consiste de los Diez Mandamientos, y una “ley ceremonial” que regula los sacrificios, etc. No hay evidencia en las Escrituras que concuerda con esta distinción.
La Ley de Moisés entera, incluyendo a los Diez Mandamientos, fue anulado en la cruz de Jesús. Algunos de los mandamientos fueron reestablecidos como parte del Evangelio de Cristo, pero observando el Sábado no lo fue. Para los que luchan con este concepto, talvez un ejemplo ayudará. El primer documento de leyes que gobernaban a los Estados Unidos fue conocido como los Artículos de la Confederación. Después de unos años, fue claro que estos artículos no eran suficientes para gobernar a los primeros colonistas. Decidieron reemplazar a los primeros artículos con la Constitución de los Estados Unidos de America. Al ratificar la Constitución, ninguna de las leyes de los Artículos de Confederación eran obligatorias. Algunas de las leyes y principios de ese primer documento sí se hicieron parte de la Constitución y parecía que continuaron, pero en realidad, fueron anuladas y reestablecidas. Eso es el caso con algunas de las leyes del Antiguo Testamento en su relación con el Nuevo Testamento (NT).
La lista que sigue demuestra el reestablecimiento de nueve de los Diez Mandamientos (estos no son todos los pasajes del NT concernientes a estos asuntos):
1-2. Los primeros dos mandamientos, no tener otros dioses (Exodo 20:3) y no hacer ídolos (Exodo 20:4-6) son estrechamente relacionados ya que los ídolos normalmente representan a otros dioses. Dios también estaba prohibiendo a los esfuerzos de representarle a El. Mientras que el NT no contiene afirmación específica de estas leyes, varios pasajes llevan el principio de esta prohibición (vea Mateo 4:10; Romanos 1:22-25; y Hechos 17:24-29).
3. No tomar el nombre del Señor en vano (Exodo 20:7). Dios no quiso prevenir que alguien pronunciara Su nombre; sino parar el uso impertinente y casual de Su nombre. Otra vez, el NT no prohibe específicamente el uso irreverente del nombre de Dios, pero Jesús enfatiza que nosotros seremos condenados por nuestras palabras (Mateo 12:34-37), y esto incluiría tomar el nombre del Señor en vano.
4. Recordar el Sábado (Exodo 20:8-11). No hay reafirmación de este mandamiento en el NT. Vea las discusiones más adelante.
5. Honorar a tu padre y a tu madre (Exodo 20:12). Vea Efesios 6:1-2.
6. No matar (cometer asesinato) (Exodo 20:13). Vea Mateo 19:18 y Romanos 13:9.
7. No cometer adulterio (Exodo 20:14). Vea Mateo 19:18; Romanos 13:9.
8. No robar (Exodo 20:15). Vea Mateo 19:18; Romanos 13:9.
9. No dar falso testimonio (Exodo 20:16). Vea Mateo 19:18; Efesios 4:25-31.
10. No codiciar (Exodo 20:17). Vea Romanos 13:9; Colosenses 3:5.
Mientras que la ley del AT aparece en forma de una lista, el NT generalmente no expresa sus mandamientos en esa forma. Ciertamente, el NT incluye mandamientos que deben ser obedecidos, pero normalmente aparecen en los narrativos y discusiones para clarificar la intención y contexto de su aplicación.
El punto de preocupación para algunas personas es la ley del Sábado - ¿Qué le pasó? Esta pregunta será el enfoque de la siguiente discusión.

IV. LA LEY DEL SABADO FUE DADA SOLAMENTE A LOS HEBREOS/JUDIOS.

A. No hay un mandamiento de observar al Sábado antes de la ley de Moisés. 
Génesis 2:2 dice que en el séptimo día Dios descansó del trabajo de su creación y santificó el Sábado. Una lectura cuidadosa revela que esto simplemente narra lo que hizo Dios – no hay un mandamiento dado a nadie acerca de que hacer o no hacer en el Sábado. No hay relato de un mandamiento dado a los patriarcas (Abraham, Isaac, Jacobo, etc.) de observar al Sábado, ni tampoco hay evidencia de que ellos tenían conocimiento de un día del Sábado.
La primera referencia al Sábado después de la creación es en Exodo 16:23-30. La discusión es expresada en tal forma que parece indicar que los hijos de Israel no conocían la significación del Sábado – ni sabían de su existía.
El mandamiento que gobierna el Sábado es dado en los Diez Mandamientos (Exodo 20:8-11). Mientras que la razón por su existencia es basada en el simbolismo de la semana de creación, no hay razón de inferir que Dios había revelado este mandamiento a nadie antes – no hay relato de tal revelación.
Es importante notar que antes de Moisés NO hay instrucciones de que hacer o no hacer en el Sábado.

B. El Sábado era un mandamiento para los hebreos (es decir los judíos). 
La segunda vez que los mandamientos son dados (Deuteronomio 5:1-21), Moisés explicó a los hijos de Israel que el pacto de Dios no se había hecho con sus antepasados, sino con los que estaban vivos ese día (versos 2-3). Entonces repitió a los Diez Mandamientos.
Ezequiel escribió de la desilución de Dios con Israel por no guardar Sus mandamientos (Ezequiel 20:10-17). Habló de su éxodo de la esclavitud egipcia al desierto. Ahí Dios reveló sus estatutos y mandamientos (versos 10-11) y entre ellos estaba la Ley del Sábado que servía como una seña específica entre Dios e Israel (verso 12). El Sábado no era una seña entre Dios y otra gente, sino entre Dios e Israel.
En semejante manera, Nehemías narró el mismo mensaje después del exilio a Babilonia. (Nehemías 9:12-15). Alabó a Dios por guiar a Israel afuera de Egipto por medio de las columnas de nube y fuego (9:12), y por guiarlos a Sinaí donde les habló y les dió los Diez Mandamientos. En verso 14, Nehemías declaró claramente que fue entonces que Dios “les hizo saber” de Su Sábado, como si no lo supieran antes. (Vea Exodo 19:7-24).
Debe ser claro al lector cuidadoso que estos pasajes de escritura demuestran que el Sábado fue desconocido antes de Moisés y que era propuesto para los israelitas.

V. LA LEY DEL SABADO FUE PROPUESTA SOLAMENTE PARA EL ISRAEL DEL ANTIGUO TESTAMENTO.
A. Como indicado arriba, era una seña del pacto entre Dios e Israel.
B. Dios reveló que su Antiguo Pacto sería anulado y reemplazado con un pacto nuevo.
Dios reveló por medio de Jeremías (31:31-34) que el tiempo venía cuando Dios reemplazaría el pacto que hizo con Israel cuando los guió afuera de Egipto. El autor de Hebreos cita la profecía de Jeremías para demostrar que fue cumplida por Jesús. (Hebreos 8:7-13). El autor claramente dice que el viejo pacto se había hecho “anticuado” (verso 13).
Pablo describe al viejo pacto como “cartas grabadas en piedras que se desvanecían” con la venida del Mesías, Jesús.
C. La Ley del Sábado era parte de la ley Mosaica y cuando esta ley fue anulada, también fueron anulados los requisitos de la Ley del Sábado.

VI. EL PACTO DE JESUS QUITO/REEMPLAZO EL VIEJO PACTO CON SU MUERTE
A. La superioridad de Cristo y Su Evangelio y la terminación de la Ley Antigua (reemplazada con la Ley de Cristo) es un tema mayor del libro de Hebreos.
Estos ejemplos de escritura ayudan a demostrar a aquella superioridad. El sacerdocio levítico no salvaba. Este hecho hizo necesario que un nuevo sacerdote – Jesús, fuera levantado según la “orden de Melquisedec” (Hebreos 7:11-12). A la vez, el nuevo sacerdocio hizo necesario un cambio de Ley (Hebreos 7:12). Parte de la razón por una Ley nueva era porque Jesús, como el sacerdote redentor, no podía servir bajo la Ley de Moisés que requería que el sacerdote fuera levítico. Jesús venía de la tribu de Judá (Hebreos 7:12-14).
Todos los sacerdotes levíticos bajo la Ley Mosaica inevitablemente morirían. Después de la resurrección y ascensión de Cristo al Cielo, El vive para siempre y un cambio de sacerdocio ya no es necesario (Hebreos 7:23-25). Un resumen del autor de Hebreos se encuentra en el capítulo 8:6 – donde habla de un ministerio mejor, un pacto mejor, y promesas mejores.
B. Pablo argumenta el mismo punto – que la Ley de Moisés (es decir “el certificado de deuda que consistía de los decretos contra nosotros” fue quitada cuando Jesús murió en la cruz (Colosenses 2:13-15). Pablo les advertió a los que querían obligar a los cristianos a guardar partes de la Ley Antigua (Colosenses 2:16-17). Menciona la carne (es decir las leyes kosheres), la bebida, los días de fiesta (por ejemplo la Pascua, Pentecostés, Fiesta de los Tabernáculos), la luna nueva, las celebraciones y el SABADO. Pablo argumenta que estas observaciones de la Ley Antigua eran sólo “sombras” de lo que iba a venir (Colosenses 2:17) e implica que los que vuelven a ellas están alejándose de lo que es verdadero (es decir el cuerpo) de Cristo.

VII. ¿PORQUE ADORABAN JESUS Y LOS APOSTOLES EL SABADO?
Como la Bíblia revela que el Sábado era solamente para los hebreos/judíos y que fue anulado en el Nuevo Testamento, ¿porqué adoraban el Sábado Jesús y los Apóstoles?

A. Jesus y Su observación del Sábado.
Jesús vivió bajo la Antigua Ley Mosaica (los Diez Mandamientos), y así pues, era Su costumbre asistir a la sinagoga el Sábado (Lucas 4:16). Su fielidad a Su Padre se perjudicaría si no guardaba la Ley de Moisés, incluyendo los requisitos del Sábado.
Como se ha dicho previamente en Hebreos y Colosenses, no era hasta que Jesús se sacrificó (es decir, murió en la cruz) – que la Ley de Moisés fue quitada y reemplacida con el nuevo pacto.

B. Los Apóstoles y su observación del Sábado.
El libro de Hechos frecuentemente habla de los Apóstoles reuniéndose el Sábado (Hechos 13:14, 42-44; 16:13; 17:2-3; 18:4). Los judíos eran la nación a quien Dios había revelado Su voluntad. A ellos había hablado del Mesías. Ellos debían de ser Su gente, quienes a causa de su recepción y conocimiento de la Ley y los Profetas, serían preparados a recibir al Mesías cuando El vino al mundo.
En las ocasiones citadas arriba, los Apóstoles estaban aprovechando de las oportunidades de aumentar el entendimiento de la gente acerca de la voluntad de Dios y Su revelación del Mesías. Si la gente rehusaba escuchar y aceptar el nuevo pacto, los Apóstoles los dejaba e iban a otras partes (Marco 6:11; Lucas 9:5; 10:10-11; Hechos 13:49-51).
Alternativamente, la Bíblia revela que los cristianos del NT, incluyendo los Apóstoles, adoraban en “el primer día de la semana” cuando tomaban la Cena del Señor.

VIII. DIOS TODAVIA ESPERA UN DIA ESPECIAL DE ADORACION
Dios todavía espera que los cristianos le dediquen un tiempo especial de adoración. En la época del NT – la edad cristiana – ese día de adoración era el primer día de la semana (Hechos 20:7). Esto es cuando los cristianos se reunían para compartir la cena del Señor. En ninguna parte de la Bíblia es llamado “el Sábado cristiano” este día especial. Juan lo llama el “Día del Señor” (Apocalipsis 1:10). ¿Qué día es más apropiado para adorar a Dios que el día de la resurección del Hijo de Dios, Jesús, el Salvador?
El escritor de Hebreos expresó preocupación concerniente a los que tenían el hábito de faltar a la asemblea de la gente de Dios (Hebreos 10:24-25). Es un error grave para el cristiano que piensa que no es necesario reunirse regularmente con la gente de Dios el primer día de la semana. Con su ausencia, el cristiano se aleja de la asemblea de aliento (Hebreos 10:24-25), de la asemblea de edificación mutual (1 Coríntios 14:26), y de la asemblea de adoración y alabanzas al Padre (Efesios 5:18-20).

CONCLUSION
1. La Bíblia enseña que la Ley Mosaica entera fue anulada cuando Jesús murió en la cruz.
2. La Bíblia enseña que la Ley Mosaica era propuesta solamente para los hijos de Israel del Antiguo Testamento.
3. La Bíblia enseña que hay muchísimo valor en estudiar y aprender como Dios trató con Su gente y que tipo de respuesta desea Dios de nosotros (Romanos 16:4; 1 Coríntios 10; Hebreos 2:104), pero las Leyes mismas ya no son obligatorias para nosotros, incluyendo la Leydel Sábado.
4. La Bíblia enseña que muchas de las leyes del Antiguo Testamento han sido reestablecidas en el Evangelio y merecen el mismo respeto y obediencia que Dios esperó de los israelitas.
5. La Bíblia enseña que el día especial de adoración fue cambiado del séptimo día al primer día de la semana.
6. La Bíblia enseña que los cristianos siempre deben recordar que Dios merece nuestra devoción todos los días de la semana.
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